Como buen aficionado al ciclismo soy un admirador de las clásicas, y aprovechando que este fin de semana se disputa os voy hablar de la clásica más clásica la París-Roubaix.
Para mí lo máximo que se puede ganar como ciclista es la París-Roubaix, ya se que muchos me diréis que estoy loco, que como ganar un tour va a ser menos que una clásica, pero soy un sentimental.
Es una de las cinco pruebas clásicas conocidas como “monumentos del ciclismo”, junto a la Milán-San Remo, el Tour de Flandes, la Lieja-Bastoña-Lieja y el Giro de Lombardía.
El infierno del norte se disputó por primera vez en 1896, solo se dejó de disputar en 7 ocasiones, coincidiendo con las guerras mundiales. Lo que la distingue son los tramos de pavé, 50 Km encima de adoquines, cualquiera que haya andado en bicicleta comprenderá lo duro que puede ser, y si a eso le unimos las fechas, que al celebrarse en abril, suele llover, unido al polvo, genera barro.
Como podéis ver en las imágenes del vídeo entenderéis por que se llama el infierno del norte.
Post relacionados: