No es precisamente aqueste un blog en el que se vaya a pensar que el fútbol pueda tener cabida, pero el asunto cambia cuando el malrrollismo pasa por encima de las cuestiones deportivas.
Pongámonos en situación: sábado 24 de abril por la tarde, partido Villarreal B – Celta de Vigo, minuto 86 con empate a O en el marcador (me hace gracia cuando dicen eso del electrónico, porque yo tengo visto cada invento…); Roberto Trashorras, jugador de los vigueses y seguramente uno de los de más talento de toda la Segunda división, aunque con diferencia también uno de los más vagos (cosas que suelen ir de la mano; cuando tienes capacidad para regatear andando, supongo que te acostumbras demasiado a no dar un palo al agua) pierde un balón tonto en el medio campo y se queda de pie con una cara que media entre el “ostias, mira que soy pringao” y el “si yo correría detrás, pero pa mí que va a servir para lo justo”; el Villarreal marca fácil el gol de la victoria sobre la portería defendida por Yoel, el hasta hace unas jornadas portero suplente, y deja al Celta a 3 puntos del descenso cuando hace unas semanas soñaban con el regreso a Primera. Obviamente, nada fuera de lo habitual en un campo de fútbol, hasta que pasa ESTO:
Toma compañerismo, toma fair play y toma surrealista tarjeta amarilla de un árbitro con cara de circunstancias (lo cojonudo habría sido que ya tuviese otra, porque entonces, aparte de que el vídeo sería aun más cómico, tengo la impresión de que serían el resto de compañeros los que lo correrían a boinazos al portero); que se ve a la legua que tiene que haber algún asunto más dentro del vestuario (¿alguien aguanta más cubatas que alguien?), pero es una ida de olla en toda regla y que más que nada sirve para provocar vergüenza ajena y echar más mierda encima de un equipo. Incluso se me ha dado por mirar en algún foro y la mayor parte de la gente defendía la acción o incluso preferían que se hubiese ido contra el entrenador (Eusebio, antiguo jugador del Barcelona).
Así que la pregunta es: ¿Se lo deberían guardar para las duchas o más que unos empujones se merecería unos buenos guantazos? (nunca mejor dicho).
No es que en aqueste blog vayamos a fomentar la violencia, pero bueno…como mínimo más espectacular resultaría. Buenas Noches, Londres.
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